12 de julio de 2023
Tal día como hoy comenzó a circular el “Eléctrico de Guadarrama”. Este entrañable ferrocarril, de vía métrica, de traza alpina, y destinado al ocio de los que visitaban la sierra de Madrid ha cumplido un siglo.
La historia comienza mucho antes, ya que el 21 de Mayo de 1917 se crea el “Sindicato de Iniciativas de Guadarrama” cuya constitución buscaba realizar loa estudios necesarios para la instalación de un tranvía que acercase a los excursionistas al puerto de Navacerrada, y es que la zona ya era muy transitada desde que Francisco Giner de los Ríos, fundador de la Institución Libre de Enseñanza, le da `publicidad al constituir la Sociedad de Amigos del Guadarrama.
La llegada del Ferrocarril del Norte en 1888 con su línea de Villalba a Segovia (y continuación a Medina del Campo) había acercado a los madrileños a este gran parque natural.
Son 8 socios los que, capitaneados por José de Aguinaga y Keller, forman el “Sindicato” con una participación de seis de ellos de unas 8333 pts cada uno; esa cantidad sería ahora de poco más de 50 euros.
Además del tranvía, el “Sindicato” también plantea la construcción de un hotel en el puerto de Navacerrada, así como la urbanización de distintas zonas de la sierra.
Entre 1917 y 1919, el “Sindicato” constituye la Sociedad Anónima del Ferrocarril del Guadarrama, realizando los primeros estudios del terreno, y es que ya a finales de 1917 se solicita la concesión para construir y explotar un ferrocarril al amparo de la Ley de Ferrocarriles Secundarios y Estratégicos de 1912. Ya a principios de 1919 se empiezan a presentar los primeros resultados de las gestiones, y es que en la Gazeta de Madrid se publica que se han aceptado las condiciones presentadas en la solicitud del Sindicato. En las Reales Ordenes de 19 de mayo de 1919 se otorga la concesión, y del 8 de abril de 1920, en donde se ratifica.
Es en ese momento cuando se crea la Sociedad Anónima del Ferrocarril de Guadarrama, emitiendo tres mil acciones de 500 pesetas (unos 3 euros) para cubrir el 1.500.000 de pesetas (unos 9.000 euros) necesario para cubrir el capital social.
No se tarda mucho en iniciar las obras tras la publicación de la concesión, y en octubre de 1919 se inician las labores de explanación. Estas son paralizadas por la entrada del invierno, no continuando hasta la llegada de la primavera de 1920.
El trazado, de 11.250 metros de longitud, se construye instalándose carril Vignole de 25 kg/ml en barras de 12 metros, y apoyadas en 16 traviesas de roble por barra. Las barras irían enlazadas mediante eclisas de cuatro tornillos, aseguradas con juntas eléctricas.
La línea eléctrica se montó sobre postes de madera creosotados de los que salían los brazos de sujeción de la línea eléctrica, de tipo tranviario (muy sencilla)
Para alimentar esta línea (y de ella a los trenes) se montó una “casa de máquinas” en Siete Picos, punto central de la línea, desde la que, mediante un grupo electrógeno accionado con un motor diésel, se producía energía a 1250 v.
Esta instalación era provisional, dado que se esperaba la llegada de energía eléctrica de producción hidráulica de alguna de las centrales que se instalarían en los alrededores.
En Junta de Accionistas de 1921 se adopta la decisión de adquisición del material móvil. Las necesidades se estimas en dos coches motores y dos remolques, que serán solicitados a la sociedad suiza Schlieren en su parte mecánica, y a Brown Bovery la parte eléctrica. Se conoce que el coche motor Nº 1 estuvo de pruebas en Bremgarten en 1922, por lo que su construcción fue muy rápida.
La construcción sigue a ritmo fuerte entre los meses de marzo a octubre, debiéndose parar las obras con la llegada del invierno. Así se llega al 7 de julio de 1923, momento en el que se realiza por parte de un representante del Ministerio de Fomento la medición de la línea, levantándose el Acta Contradictoria de esta. Estas mediciones indicarán que la longitud total de la línea será de 11145,7 metros. Entre los puntos de parada definidos estarían, partiendo de la estación de Cercedilla, el apeadero de Cercedilla-Pueblo, Apeadero de Las Heras, Apeadero de Camorritos, Apeadero de Siete Picos, Apeadero de Collado Albo, Apeadero de Peña Hueca, y estación de Navacerrada. Con todo ello, el Ingeniero Jefe de la 1ª División Administrativa de Ferrocarriles firma el Acta de Reconocimiento el 14 de julio de ese mismo año, dando por válidas las obras realizadas.
Dos días antes de la emisión de este Acta, se produce la visita de SM los reyes Alfonso XIII Y Dª Victoria. Se realiza un viaje inaugural desde Cercedilla hasta Navacerrada usando un coche motor y un coche remolque engalanados para la ocasión. Durante el recorrido, el tren se detuvo en Siete Picos para visitar la “casa de máquinas”, momento que quedó plasmado en la foto publicada por el diario ABC al día siguiente.
Tras esta visita, el tren continuó viaje hasta Navacerrada, donde los invitados asistieron, tras un corto paseo, a las obras del hotel que el “Sindicato de Iniciativas” había comenzado.
Una vez realizada esta corta visita, la comitiva regresó en el mismo tren hasta Cercedilla.
El servicio al público no comenzó hasta el 11 de agosto de 1923.
En una posterior entrada ampliaremos la información sobre este interesante ferrocarril, sobre su material y los servicios que se han prestado.
En tanto llega, os dejamos el enlace a un interesante artículo de esta línea, publicado por la Revista Vía Libre