1-Abril-2020
Impactados por el desarrollo que la epidemia de coronavirus esta teniendo en el mundo, vemos que, ante la saturación de las Unidades de Cuidados Intensivos en los hospitales de determinadas zonas, las autoridades sanitarias deciden el traslado de enfermos a zonas en donde estas unidades no están tan colmatadas.
En estas ocasiones, algunas administraciones ferroviarias salen en auxilio del país y la ciudadanía, poniendo a disposición transportes rápidos y que permiten el traslado de muchos enfermos al mismo tiempo, dotándoles de los medios sanitarios necesarios para mantener sus constantes vitales.
Empresas públicas como SNCF han adecuado un tren de Alta Velocidad para el traslado de enfermos desde la zona de Paris hasta la Bretaña Francesa, zona en que sus UCIs están mas descongestionadas.
De la misma manera, Renfe como operador público, ha puesto a disposición de las autoridades sanitarias tres de sus trenes S-730 para el traslado de enfermos desde las zonas saturadas hacia ciudades donde sus hospitales estén menos congestionados. Para ello han adecuado los trenes, liberando el espacio ocupado por butacas para colocar en su lugar camillas. Así adecuados permitirían el traslado de 18 enfermos en cada viaje, siendo asistidos por un médico, un enfermero y un anestesista. Los trenes contarían con alimentación eléctrica a suministrar a los equipos médicos de apoyo a los enfermos.
Pero esto que nos parece una novedad ya fue usado en el pasado. Durante la Guerra Civil, el material ferroviario ya fue usado como hospital. Nos hacemos eco de la noticia aparecida en La Vanguardia el 10 de septiembre de 1936, en donde se refleja la noticia de la conversión de un automotor en coche quirófano. La noticia se encuentra en
http://hemeroteca.lavanguardia.com/preview/1936/09/10/pagina-4/33137478/pdf.html
Pero en España, las grandes empresas ferroviarias existentes antes de la creación de Renfe ya disponían de vehículos medicalizados para el traslado de enfermos.
Las páginas correspondientes al Estado General del Material Móvil editado por Renfe en 1947, nos reflejan varios de estos vehículos en la dotación de la empresa procedentes de las antiguas compañías ferroviarias, Cia del Norte, Oeste o MZA. Otros habrían sido destruidos durante la Guerra Civil.
Estos vehículos tenían como finalidad la atención a enfermos, y también a los posibles heridos de accidentes, proporcionándoles una atención rápida en el mismo lugar del accidente. Hemos de pensar que este tipo de vehículos se ideó en un momento en el que el transporte por carretera no estaba desarrollado, y el medio de transporte mas rápido era el ferrocarril.
Pero aparte del material heredado de las anteriores empresas ferroviarias, Renfe acometió un proyecto para crear una estructura sanitaria que no solo sirviera para el traslado de enfermos y accidentados, sino que también permitiera la atención preventiva en toda la red administrada.
Para ello, en 1953 inició la transformación de algunos coches en dispensarios móviles. Estos vehículos estarían dotados de todos los medios del momento para realizar reconocimientos médicos a los empleados, y proporcionar asistencia sanitaria directa a los mismos y a sus familiares. Dotando con uno de estos coches a cada una de las siete zonas administrativas de las que constaba Renfe, estos irían acoplados a los trenes, quedando estacionados en las estaciones durante algunos días para la prestación de sus servicios.
Partiendo de coches procedentes de la Compañía de los Ferrocarriles de Madrid a Zaragoza y Alicante (MZA), se eligió un grupo de 7 vehículos de Primera Clase de Largo Recorrido dentro de la Serie 37 a 94 (AA-337 a AA-394 en Renfe), denominados en el argot ferroviario “verderones” por el color de su librea. Estos coches poseían bastidor metálico, sobre el que iba instalada una caja de madera forrada de chapa metálica. El acceso al coche era por las plataformas extremas, que eran cerradas. En origen disponían de 8 departamentos que permitían alojar hasta a 42 viajeros. El alumbrado era eléctrico y la calefacción de vapor tipo Westinghouse. El freno era por vacío.
La transformación consistió en desplazar algunos de los tabiques, de forma que se aumentase el tamaño de unos departamentos (sala de consulta, sala de curas) y se redujese en otros (dormitorios, almacén). En el mismo proceso se modernizó la instalación sanitaria, llevando agua hasta la sala de curas y la cocina, e instalando los desagües correspondientes.
La reforma que completaba el coche culminó con la instalación de un sistema de calefacción autónoma por termo-sifón, alimentada con carbón, y todo el equipamiento sanitario necesario. Una toma exterior permitía alimentar los servicios eléctricos del coche con la energía proporcionada desde la estación. Los coches fueron decorados con una librea roja en la parte inferior, hasta la altura de las ventanas, mientras que la `parte superior era de color crema.
Para la prestación de servicios disponían de una sala de consulta, una sala de curas, una pequeña farmacia o almacén, y un vestíbulo adaptado como sala de espera. Como elementos técnicos incorporados, estaban dotados de rayos X y un laboratorio para la realización de análisis in-situ.
Para la prestación del servicio sanitario iban dotados de un médico y de dos enfermeras.
Como el servicio era itinerante con jornadas de lunes a sábado, por lo que el personal debía viajar y alojarse en el propio coche dispensario. Para ello fue dotado de una zona destinada a vivienda. En esta parte se contaba con un comedor, una cocina, un aseo y tres dormitorios, uno para cada uno de los sanitarios de servicio.
Para completar el personal de servicio, iba en el propio coche una asistente-cocinera, que ayudaba en las labores de limpieza. Esta agente no disponía de dormitorio, teniendo habilitada una litera en el pasillo.
El listado con los datos conocidos de estos coches quedaría reflejado según la tabla siguiente:
Coche |
Num. MZA |
Num. RENFE |
|
Advocación |
PPAS-310 |
AWffv-37 |
AA-337 |
Dispensario móvil Nº3 |
Virgen de Africa |
PPAS-311 |
AWffv-38 |
AA-338 |
Dispensario móvil Nº5 |
Virgen de Monserrat |
PPAS-312 |
AWffv-39 |
AA-339 |
|
Virgen de los Reyes |
PPAS-313 |
AWffv-41 |
AA-341 |
|
Virgen de Covadonga |
PPAS-314 |
|
|
Dispensario móvil Nº 1 |
Virgen de la Paloma |
PPAS-315 |
AWffv-44 |
AA-344 |
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Virgen del Rosario |
PPAS-316 |
AWffv-45 |
AA-345 |
Dispensario móvil Nº 4 |
Virgen del Carmen |
También se dispone de un documento video-grafico de la presentación de uno de estos coches en el No-Do. El link que nos permite su visualización es
https://www.rtve.es/filmoteca/no-do/not-893/1485926/
En este reportaje, dedicado a la inauguración de RENFE del Dispensario de Medicina Preventiva y Asistencia Social Virgen de la Merced de Barcelona, se pueden observar imágenes del coche médico del dispensario ambulante Virgen De Monserrat, y que se correspondería con el Dispensario Móvil N° 5 numerado como PPAS-311.
Pero estos vehículos estaban pensados para la asistencia, no para el traslado de enfermos. Para este menester, Renfe preparó un tren transformando seis coches de bogies, adaptándolos para el traslado de enfermos. El tren también estaba auxiliado con un furgón que hacía las funciones de cocina. Otro de los furgones fue destinado a bar.
El material fue transformado en los talleres de Valladolid, entre 1961 y 1964, siendo destinado a los viajes estacionales de peregrinos hacia Lourdes. Los coches transformados eran originalmente vehículos destinados a largo recorrido, con departamentos. Su bastidor era metálico. Cuatro de ellos disponían de caja de madera, mientras que los dos restantes eran de aja metálica. El acceso era por las plataformas de los extremos, que eran cerradas. El alumbrado era eléctrico, la calefacción de vapor tipo Westinghouse, y el freno de vacío. En este caso, Renfe no partió de vehículos de la misma serie, sino que fue usando vehículos excedentes de distintas series y orígenes. Así dispuso de tres coches de procedencia MZA, uno del Ferrocarril Betanzos-Ferrol, y los dos últimos de Norte (Coches BB-1607 como HH-5 y BB-1617 como HH-6).
La transformación consistió en el diafanado de los coches, la instalación de anclajes para las camillas, y la apertura en el centro de unos portones que permitirían la entrada de los enfermos en camilla. Los coches fueron numerados como HH-1 a HH-6, fueron pintados con una librea verde y todos iban marcados con el emblema de la Cruz Roja.
Para la reforma del furgón-bar también se partió de un coche de largo recorrido de Norte. En este caso era de caja de madera. La transformación consistió en la eliminación de todos los tabiques, la supresión de una de las plataformas, instalando sobre ella un retrete, y la creación de un gran espacio para cocina y barra. Este furgón se denominó DDR-1.
Para el furgón cocina, denominado DD-639, se partió del furgón de equipajes de Norte DDFHV-39 que ya aparece como furgón-cocina “del tren hospital” en el documento de 1947. Este vehículo fue construido por Linke Hoffman en 1926, basándose en un bastidor metálico sobre el que descansaba la caja de madera. Su longitud entre topes era de 14800 mm y su peso rondaba los 28700 kg. Disponía de alumbrado eléctrico y calefacción de vapor.
Por la configuración interior, estos coches solo podía ser usados para este fin, sin tener cabida en un uso comercial convencional.
A mediados de los años 90, Renfe había recibido un parque importante de material rodante nuevo (las series 9000, recibida entre el 81 y el 85, y 10000, recepcionada entre el 84 y el 87). Disponía de un importante conjunto de coches que requerían su transformación a fin de adecuarse a los estándares ofrecidos por la empresa, surgiendo así la reforma de los coches 8000 recibidos entre los años 1961 y 1973. Estos vehículos, fabricados en número de 706 coches y 177 furgones serían modernizados, aplicándoles mejoras tales como climatización, megafonía, aumento de velocidad, etc..
De este parque se reservaron 15 coches literas (Antiguos BBL-8100) que serían transformados en los talleres de Málaga Los Prados en la nueva serie Bc10xo-12750. Su función sería la de un coche literas climatizado, con 10 departamentos que permitirían alojar 6 viajeros acostados en cada uno de ellos, o bien 8 personas situando las literas en posición “día”.
Pero la diferencia con una litera convencional radicaba en la particularidad definida en su matrícula, ya que se numeraron como Bc10xo. Según la Instrucción General 68 publicada por Renfe en septiembre de 1988 (Y de la que hemos puesto un link de descarga al final del artículo), y que define los criterios de matriculación de todo el material de la empresa, nos indica
B à Coche de 2ª clase
c à Plazas sentadas transformables en acostadas
10 à 10 departamentos, o conjuntos de 8 butacas
x à Climatizado de pasillo lateral (o de departamentos)
o à Adaptado al acceso con camillas
Este último “apellido” es la verdadera particularidad que hace que se presente esta corta serie de vehículos en este artículo, puesto que aun siendo usados como coche literas en servicio normal, era posible su uso en las temporadas de “peregrinos” como coche hospital.
Su desarrollo sirvió para sustituir los obsoletos coches HH-1 a HH-6 del tren hospital, por otros mas modernos acordes a los tiempos que corrían, siendo además usados como coche litera convencional fuera de los periodos de peregrinaje.
Para el acceso de las camillas se habilitaron todas las ventanillas de los departamentos para que fueran abatibles. Las ventanillas disponían de un doble marco que por mediación de unas bisagras permitían su apertura hacia un lado, siendo aseguradas mediante un tornillo interior de seguridad que impedía fueran abiertas sin las herramientas necesarias.
La llegada de estos coches al parque de Renfe coincidió con el descenso de las peregrinaciones masivas a Lourdes, por lo que fueron muy poco usados para los fines para lo que habían sido diseñados. Estos coches, como lamentablemente el resto del material remolcado de Renfe, fueron siendo apartados conforme el trafico nocturno de viajeros fue decayendo. Este material fue vendido a otras administraciones ferroviarias (en especial a Irán y Argentina), o desguazado masivamente, siendo tan solo preservado un número reducido de ellos.
Siendo una serie muy corta dentro de un elevado número de vehículos, parece que sería complicado que existiera algún coche de esta tipología, y mucho menos en servicio. Pero esto no es así, ya que Renfe vendió una veintena de coches al Ejército español para ser usados como acompañamiento de sus trenes militares.
Dentro de los vendidos figura un parque importante de coches literas, entre los que se encuentran los matriculados como Z-118010 y Z-118011 que no son otros que los Bc10xo-12752 y 53 pertenecientes a esta serie. Estos coches fueron reformados para el servicio que debían prestar. Al ser climatizados y ser destinados a transportes de mercancías en los que la mayoría de las locomotoras destinadas a su remolque no disponen de alimentación de 3000 voltios para suministrar energía a los sistemas eléctricos de los coches, fueron dotados de un grupo electrógeno que suplía esta carencia. Para ello se suprimió uno de los departamentos, insonorizándose e instalándose en el grupo electrógeno que hace que el coche sea autónomo en este sentido. Aun se dispondría por tanto de vehículos que permitirían ese transporte de enfermos en camilla, dando una cabida a 9 viajeros (si en cada departamento se aísla a un enfermo). La desventaja frente al modelo elegido por Renfe de estos vehículos es que son de ancho Renfe y su velocidad máxima es de 120 km/h, pero habría dado a la UME una razón mas de su implicación con la ciudadanía española.
Pero ¿ en qué consiste la medicalización de trenes por parte de Renfe ?
A la espera de que el Gobierno decida sobre la posibilidad de trasladar enfermos entre comunidades autónomas, Renfe ha preparado tres de sus trenes de velocidad alta (hasta 250 km/h) de la serie 730 por si fuera necesario realizar estos traslados.
La elección de esta serie de vehículos ha sido debido a su versatilidad, ya que su circulación es posible tanto en líneas electrificadas como no electrificadas, tanto en ancho nacional como UIC, por lo que es posible su circulación por toda la red ferroviaria. Su disposición con piso bajo también beneficia el transbordo de enfermos en camilla.
En el interior se han retirado butacas, de forma que se facilite el tránsito de las camillas y la instalación de los equipos sanitarios necesarios para el traslado con garantías.
La moqueta que cubre el suelo deberá ser protegida a fin de higienizar el espacio.
Cada tren tendrá una disponibilidad para trasladar 18 enfermos en cada viaje, y tras cada viaje deberá realizarse la desinfección de la composición. Cada traslado ira acompañado con personal medico de asistencia, que completará la dotación de maquinista y personal de mantenimiento para asegurar el viaje.
En principio se preparan tres de estos trenes, pero Renfe se ha ofrecido a medicalizar trenes adicionales si fuera necesario.
Y ¿ qué fue del material usado como Tren Hopital ?
Hubiera sido interesante disponer de ejemplo de como la Asistencia Sanitaria de las empresas ferroviarias llegaba a su destino, preservando alguno de estos vehículos representativos.
En algunos casos, como es el del Museo del Ferrocarril de Asturias, se ha preservado algún vehículo destinado al traslado de heridos hasta el centro medicalizado mas cercano. En el caso comentado se encuentra preservado un pequeño furgón perteneciente a la Sociedad Hullera Española que lo usaba para trasladar a los heridos de algun accidente hasta el hospital.
En el caso del material del ferrocarril, bien procedente de Renfe, bien procedente de las empresas heredadas por esta, se han "preservado" algunos ejemplares. Estos languidecen abandonados en vías de apartado de estaciones recónditas, esperando que el tiempo los haga desaparecer.
Otro de los coches preservados es el BB-1617, situado en Canfranc, y que fué el HH-6. Este coche, incendiado, ha sido restaurado y es la oficina de atención a los visitantes de esta estación, si bien lo unico original que conserva es el exterior.